martes, 26 de agosto de 2014

Libertad, sentimientos y emociones; gracias por venir a mi.





Me ha costado mucho llegar hasta donde estoy, he sufrido y disfrutado a la vez; pero sí hay algo que realmente ha nacido en mi en todo este tiempo es mi ser más salvaje.
Me he dado cuenta que amo la libertad, odio los límites innecesarios, no me gustan las etiquetas, no soporto sentirme cohibida y sobre todo me gusta el respeto.

Todo esto ha venido dando tumbos a lo largo de estos tres años de maternidad contando el embarazo.
No ha sido nada fácil, mi bebé vino a mi vida en un momento muy crítico y lo hizo para llevarme por el buen camino, enseñarme las cosas importantes de la vida, sentirme amada y respetada, y criar a una criatura libre, amada y respetada también.

Cuando te enteras que estás embarazada y que 4 meses son los que te unen al papá, la mente se te inunda de mil cosas; es en esos momentos cuando necesitas que alguien te abrace y llore contigo, que te diga tranquila que estamos aquí,  piensa y toma tu decisión y sea cual sea nosotros vamos a estar contigo.  Eso siempre se lo agradeceré a mis padres, por confiar en mi y valorarme siempre; por a pesar de las situaciones sacar fuerzas para afrontarlo todo de la mejor manera posible siempre.
Y sí es verdad, han estado conmigo y no me han dejado ni un solo momento. Cada consejo, tomado o no a la larga ha visto la luz.

Nunca pensé que fuese fácil, y siempre quise ser madre joven pero tampoco sabía sí era el momento ni sí quiera sabía sí eso me estaba pasando a mi o seguía viviendo en shock, el shock que vivía desde hacía dos meses con la pérdida de mi abuelo.
No sabía, no hablaba, me acostaba y me levantaba llorando.
Decidimos emprender juntos  el camino y nos lanzamos.
Entre náuseas, vómitos y demás empezó mi vida de embarazada, dejando atrás otras muchas cosas.
En unos 15 días mi padre ingresó en el hospital, grave pero fuerte como siempre ha sido. Convivir con los palos de la vida no me fue nada fácil, ataque de ansiedad día si día también, y en el primer trimestre de embarazo, con lo que no podía tomar nada..
No saber dónde está tu sitio, sólo sabía que tenía una vida dentro y que había que luchar, así que sí, estoy orgullosa de ser quien soy, de luchar contra viento y marea y defender lo mío y a los míos. Tener mis propias ideas, formarme para no caer en la ignorancia y saber que lo estoy consiguiendo.
Valoro mucho a las personas que han estado a mi lado, que no son muchas pero que valen por miles.
Soy una persona libre, así me hicieron mis padres. Sí es cierto, que las maneras de criar han cambiado mucho pero ellos lo hicieron genial, porque los valores que yo tengo aprendidos de una forma u otra son los que yo ahora enseño a mi pequeña.
Así que todo esto es una cadena, creo que hijos ni padres terminan nunca de aprender uno de los otros, mi madre me enseñó muchas cosas y yo a ella también.

Después de pasar momentos muy duros, tener a mi hija en brazos conseguía evadirme, la miraba, la sentía, conectábamos una y otra vez, nos necesitábamos mutuamente.
Me he convertido en una mujer empoderada, una loba por instinto y no voy a esconderlo, que en ocasiones lo he intentado, así soy yo; luché, lucho y lucharé, traje una vida al mundo para darle lo mejor de mi, para enseñarle las cosas bonitas de la vida, para estar ahí cuando me necesite,  para evitar que nadie la etiquete y cargue con ello toda sí vida, porque siempre será un ser libre que decida sí reír, llorar, o amar sin que nadie se lo imponga, porque necesita saber que vale, que puede conseguir todo lo que se proponga.
Porque en todo este tiempo se me ha etiquetado de muchas cosas, he callado y seguido luchando desde la sombra y porque no! Porque por difícil que parezca sí hay personas que piensan como yo, y son grandes personas, de las que merece la pena conocer y a las que agradeceré una y mil veces el constante apoyo para valorarme como persona, como madre y como mujer.
Para borrar ese sentimiento que me crearon a veces de no valer, por las malas caras, los comentarios callejeros inapropiados de personas que ni sí quiera saben mi nombre, por mi, por mi hija y sobre todo por esta bonita familia de tres que hemos formado.

Porque por cuestiones de trabajo no podemos salir a saltar en los charcos o subir por rocas y andar kilómetros todos los días los tres juntos, pero nos apañamos y vivimos, disfrutamos de todo, porque con días mejores o días peores la vida es esta y la nuestra se llama Valeria.
La estrella que ha iluminado el camino durante tanto tiempo, la que me enseña cada día que una sonrisa , una mirada puede cambiar el color de un día cualquiera, así que ya me conocéis un poco más.
Tengo muchos defectos eso seguro, pero una virtud muy grande que me ha enseñado todo esto, LUCHADORA, y además de las de uñas y dientes. Lucho por lo mío, lo nuestro; las indiferencias me dan igual, no estamos aquí para pelear por intereses distintos, sí un tema me va a llevar al desastre normalmente huyo, no discuto, soy yo contra más de una persona, no merece la pena, pues con los demás, los de verdad no existe la discusión así que, respiro lo bonito de la vida, voy y vengo, quiero conocer mundo.

Porque somos una familia libre, nos amamos, nos respetamos y vamos a volar muy alto!!!

Quieres volar con nosotros?


No hay comentarios:

Publicar un comentario