Al ver a Valeria explorando con unos cubitos de madera que le sobraron al abuelo al cortar unos palets, pensé que había que explotarlos y aprovechar el interés.
Cogimos unas lijas para limar asperezas y evitar algún susto con la existencia de alguna astilla.
No tengo fotos del proceso porque los fabricamos hace algún tiempo y como no teníamos blog pues hicimos un proceso sin móviles cerca que captasen momentos!, pero no tiene nada del otro mundo.
Como sólo teníamos 4 cubitos, aprovechamos para poner los números del 1 al 4 y en otra cara las letras de la A a la D.
No hemos seguido ninguna pauta en cuanto a los colores, los eligió Valeria.
Es curioso como un juguete, tan barato, ecológico y eso sí de tanto valor por ser una creación en familia puede dar tanto juego.
Buscando el número, la letra y ante la dificultad apoyarse en el color, sirven para construir Torres, castillos, incluso ...
Zancos, no os imaginas como maneja ciertos materiales con los pies, ella se sube a sus zancos y con la dificultad que ello conlleva empieza a andar!!
Cubito sensorial
Aprovechando su interés sensorial por lo áspero y suave, cogimos un trozo de lija y a pegar!! Una cara es toda áspera, otra toda suave, otra tiene un rectángulo áspero y el resto suave y la última dos franjas ásperas y dos suaves.
Espero que os hayan gustado nuestros cubitos y ya sabéis, sí reutilizando creáis algún juguete no dejes de enseñárnoslo!
Y no olvidéis que son ellos los que ponen las reglas del juego, vamos a dejar volar su imaginación y aprender todos juntos a través del juego.
También Nala aprende sí o sí
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