Un día papá apareció con ella por la puerta, puse el grito en el cielo al verla; quería fabricarle una cocinita a la pequeña.
Pasaban los días y el horrible armatoste seguía allí; casualmente tenía dos agujeros hechos, así que decidí poner unos cubos que tenía en casa que venían a la perfección!
Desde entonces tenemos mesa sensorial, pero también la usamos de jardinera, ya que estamos aprovechamos todo de ella y da para todo.
En un cubo siempre tenemos agua y en el otro materiales diversos, a veces ponemos harina y jugamos a " la búsqueda del tesoro de los números", unos números que tenemos de colores que son adhesivos, pero les hemos encontrado una función más guay!; otras veces pan rayado, o tierra para plantar nuestras semillas.
Cuando Valeria se cansa de buscar tesoros coge su material de cocina y hace pues ... Comidas y además las prueba todas!
Y lo demás, ya es todo imaginativo; eso es lo bonito de jugar, dejar volar la imaginación y que sean ellos quienes pongan las normas del juego, evitar los famosos: "eso no se hace así", "no hagas eso que te vas a manchar", "o lo recoges o no juegas más"
Sí te ánimas a tener una mesa sensorial para los más peques y no encuentras en la basura jajaja , al final te adjuntó un blog donde la han hecho que en principio era la que iba a hacer yo, son chulisimas y no tienen mucho misterio.
En imaginarium hay una mesa de agua también muy chula
Esta de tigriteando es una idea genial, económica y que puedes hacer sí tienes alguna mesilla en casa o un mueble bajo que no uses, incluso sí la sigues podrás ver lo que puedes llegar a hacer con una cuna!
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