jueves, 6 de noviembre de 2014

Hablando de autonomía

Todos queremos que nuestros hij@s en un tiempo determinado sean capaces de hacer ciertas cosas solos.
Veo a papás que se asombran incluso enfadan cuando su hij@ no es capaz a cierta edad de ponerse unas zapatillas, una camiseta o incluso que tengan que elegirle la ropa.
Todo esto empieza desde muy pronto, cuando en la etapa en la que el niño tiene mucho interés en hacer las cosas " yo solito", sus capacidades se ven restringidas por las órdenes o actos de los padres, abuelos o cuidadores, por motivos varios.
Las prisas, el extrés ... A veces son factores que influyen en estos casos.
Nosotros en casa somos fieles cada vez más a pedagogías respetuosas, porque fomentan la autonomía del niño y nunca se le impone nada, se basan siempre en seguir al niño y respetar sus ritmos, decisiones y haciendo uso de la vida cotidiana, enseñarlo como hacemos nosotros ciertas cosas para que ellos por imitación las puedan repetir.
Los hogares están llenos de actividades de vida cotidiana que favorecen los periodos de aprendizaje de los peques en épocas determinadas, actividades como fregar platos, poner la mesa, echar la ropa a lavar, barrer, cocinar ... Puede resultar para ellos tan atractivo o más que cualquier otra cosa.
Además ello conlleva a pasar tiempo juntos, lo que resta tiempo de televisión y otras tecnologías de las cuales no soy una gran fan.

Valeria le encanta jugar a poner la mesa, y echar ropa a lavar sobre todo, se siente válida, interactúa con nosotros e incluso llega a poner la mesa mejor que yo!!! Lo admito, las servilletas y yo somos grandes enemigas pero a ella nunca se la olvidan XD . Y ni hablar ya de su afán por doblar sábanas, trapos, toallas ... Lo borda!!!
Sabéis la cantidad de sentidos y capacidades que se pueden llegar a desarrollar a través de todo eso? Yo os ánimo a conocerlo!!!

Pues bien a lo que venía a escribir este post es para defender que son seres únicos, distintos y tan válidos como tu y como yo. Sí tiene un vestido favorito, unas zapatillas preferidas y la apetece salir así a la calle, por qué no?
Es que a caso nosotros no lo hacemos?
Todos los días Valeria elige su propia ropa, adaptamos su armario a su altura para que ella misma pueda elegir su ropa sin tener que pedírselo a nadie, cada mañana lo toma como un juego más " mami ya voy yo a por mi ropa!"

Pues nada no está bien visto, que le vamos hacer! Encima vivimos en el centro del pueblo y a cada paso que des un conocido encuentras, a mi me encanta verla salir de casa tan pizpireta con sus looks a veces más similares a mis gustos, otras no, pero feliz.
No falta el respeto a nadie ni se mete con nadie, va dando pasos de felicidad; a caso es eso algo malo?







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